- Este miércoles 6 de abril ha abierto sus puertas El Jardín de los sueños, para que niños y adolescentes con discapacidad intelectual o problemas de salud mental cuenten con un espacio natural en el que el aprendizaje está integrado a la dimensión sensorial, el estado emocional y el comportamiento.
- El pionero “jardín terapéutico” ha sido diseñado por un equipo multidisciplinar compuesto por ingenieras agrícolas, arquitectas, psicólogas, terapeutas, logopedas y maestras.
- El objetivo de este proyecto piloto es crear un modelo de intervención innovador que pueda ser replicado en otros entornos para mejorar el desarrollo y bienestar de personas mayores, con discapacidad o problemas de salud mental.
Servier y Fundación Juan XXIII han inaugurado este 6 de abril El Jardín de los Sueños, una iniciativa piloto en España de jardín terapéutico y sensorial, liderada por la Fundación y co-diseñada por un equipo multidisciplinar de profesionales. Todo ello, con el objetivo de que niños y adolescentes con discapacidad intelectual o problemas de salud mental puedan contar con un espacio natural en el que el aprendizaje está integrado a la dimensión sensorial, el estado emocional y el comportamiento.
Este espacio verde, ubicado en el Colegio de Educación Especial de Madrid CISEN y Hospital de Día CET-Norte, busca constituirse como un contexto estimulador innovador que, a través de un espacio físico enriquecido y adaptado, fomente cada una de las dimensiones de los participantes. Asimismo, desarrolla las capacidades cognitivas, la vertiente emocional y potencia la interacción cooperativa y la generación de estrategias que permitan extrapolar lo aprendido al contexto vital de cada participante en la terapia.
Otro de los grandes beneficios sociales de la iniciativa es la creación de empleo estable y de calidad para personas con discapacidad intelectual. En este caso, dos trabajadores de Fundación Juan XXIII, que han adquirido nuevas aptitudes y conocimientos a través de la participación en el montaje de todos los elementos que componen el mismo, así como su mantenimiento.
Para crear este espacio y este innovador modelo de intervención, se realizaron 4 sesiones de Design Thinking con un equipo multidisciplinar, compuesto por ingenieras agrícolas, arquitectas, psicólogas, terapeutas, logopedas y maestras. También se diseñó una herramienta de selección de la vegetación que permite incluir criterios terapéuticos que se aplicaron a más de 500 plantas. Además, actualmente se está elaborando una metodología de sesiones terapéuticas aplicadas al espacio con indicadores medibles para detectar las mejorías de las personas usuarias del mismo.
Dentro de este proyecto, impulsado por la Fundación Juan XXIII en colaboración con Servier España y financiado por el Fondo de Dotación Mécénat Servier, se integran los cuatro objetivos de Responsabilidad Social Corporativa de Servier —compromiso con la salud, cuidado de las personas, práctica de negocio ética y responsable, dejando una huella positiva—, así como 10 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
En palabras del director general de Fundación Juan XXIII, Javier Arroyo, “a través de esta iniciativa se busca poner a disposición de los estudiantes, pacientes y de sus familias unas instalaciones que puedan disfrutar cuando deseen”. Tal y como ha destacado Arroyo, “este espacio terapéutico verde, compuesto por un huerto y un jardín sensorial, es un lugar único que pretende servir de apoyo a estos jóvenes en su progreso”.
Corinne Massin, directora de Mécénat Servier, ha resaltado que “diversas investigaciones avalan los beneficios de las terapias relacionadas con la naturaleza para el aprendizaje y para el desarrollo sensorial de los niños y los adolescentes, más aún si estos conviven con algún tipo de discapacidad física, intelectual o sensorial”.
Por su parte, François Debaillon-Vesque, director general de Servier España, ha señalado que “Desde Servier, creemos firmemente en el desarrollo de las capacidades de las personas, en la importancia de la colaboración y en dejar una huella positiva allá donde estemos”. Añade, que entre sus principales objetivos está conseguir sensibilizar al máximo número de colaboradores de la organización para lograr su participación en cada etapa del proyecto y que pueda replicarse en otros en otros centros de España o de otros países.
Con una duración inicial de dos años, el propósito es crear un modelo de intervención innovador que podrá ser replicado en otros colegios, hospitales, residencias de mayores y otros entornos con el fin de mejorar el desarrollo y el bienestar de las personas que lo disfruten.